Con y sin casco, de espaldas, mirando de frente o
hacia atrás, durmiendo o no, de pié o sentados, por el arcén, por en medio de
los coches, por los arrozales, la forma de viajar en Indonesia sencillamente es
de libre elección. Ay si nuestras madres lo vieran.. ¡¡¡nos prohibirían viajar
a este país!!! ¿Y qué creéis que diría la D.G.T?
Después de China e India, Indonesia tiene el parque de
motocicletas más grande del mundo, se venden unos 6 millones al año. Aquí no
hay opción, o tienes una moto o no te mueves. Salvo en la isla de Java, donde
existe un rudimentario sistema de ferrocarril, y salvo en las grandes ciudades,
donde circulan algunos autobuses públicos, en el resto de Indonesia la gente
tiene que buscarse la vida para moverse, así que volvemos a las motos, no hay más. Es este un sistema social individual.
Estas fotos están tomadas en el recorrido de
Yogjakarta a Bromo (Isla de Java), en plena festividad del Lebarán, el
equivalente a las Navidades para el Islam: todo el mundo está de vacaciones y
claro aprovechan para visitar a la familia. Imaginaos a 130 millones de personas
tratando de desplazarse por carreteras nada acondicionadas, por supuesto. Con
una moto básica por todo transporte, familias enteras conducen horas para
llevar regalos a la familia. He visto madres que dan el pecho o biberón a sus
hijos en plena marcha, niños durmiendo, animales entre las piernas, transportar
aparatos más grandes que la propia moto, en fin un cuadro pintoresco de todo lo
que "no se debe hacer y está multado en nuestro país". Esta es la
realidad de la moralidad, de las leyes y de las políticas: dependen, como todo,
del color del cristal con que se mira. Que alguien le venga a decir a los
Indonesios que los menores de 16 no pueden montar en
moto...¡¡¡jaaaaaaaaaaa!!!
Me gusta el ser humano,
tenemos la facilidad de adaptarnos al medio que sea, al igual que las leyes.