miércoles, 18 de enero de 2017

La Niebla y los Gorilas



Niebla al amanecer, buen presagio. Camino al Parque Nacional de la Impenetrable Selva de Bwindi, Uganda. Objetivo, ver a los Gorilas "en la selva". 

Nos asignaron a la familia Bweza compuesta por 7 hembras, dos bebes de 6 y 9 meses y 2 machos Silverback, algo muy poco habitual. Ahora tocaba "penetrar la impenetrable" para llegar hasta el lugar adonde los Bweza habían decidido acampar aquella noche.

Con un guía y dos guardabosques armados como compañía, nuestra caminata comenzó con un fortuito encuentro con un joven paquidermo, razón por la cual los locales iban armados. Tuvimos que cambiar la ruta.


Hora y media más tarde, caminando entre ramas, hojas, raíces, más ramas y más raíces, llegamos hasta los Bweza. Podíamos compartir una hora con ellos. Escuchábamos su presencia pero no lográbamos verlos, estos gran primates aparecen de improvisto de entre entre las ramas y las hojas, que por cierto no paran de comer. 

Mi momento favorito, el primer encuentro de miradas con un Bweza. Una mezcla de intimidación, admiración y comprensión, empatía. Sus miradas son limpias, profundas, honestas, curiosas, amables e intensas. No hay que mostrar miedo, ni hablar alto, y si cargan contra nosotros no hay que correr... sólo son formas de marcar territorio... este era el briefing... no es lo mismo cuando tienes a uno enfrente mirándote directamente a los ojos, sin pestañear.




Los observamos y nos observan: saben cuántos somos, quiénes son los guías y lugareños y quién pisa esas tierras por primera vez. Nosotros nos dividimos entre el intercambio de señales y emociones con los Bweza, y la adaptación a un medio nada habitual.