martes, 10 de agosto de 2010

Esos sitios mágicos del mundo...


Alguna vez me han preguntado, ¿cuántos países has visitado? Pues bien, por fin los he contado, y si mi memoria no me ha fallado, son un total de 45....¡tararararararinco! Significa que de los 192 estados reconocidos internacionalmente, no conozco ni la cuarta parte...¡y yo que pensaba que eran muchos, no me va a dar tiempo! La realidad es que de algunos de estos países sólo conozco la punta del iceberg, pero otros los he explorado hasta lo más profundo...

Me gustaría poder decir que conozco todos los continentes, pero no es así, me faltan dos según la definición que incluye siete, concretamente Oceanía y la Antártida, para esto aún tengo tiempo, ¡espero! Y no, aún no he ido a la luna, ¡pero la foto es mía! ¿Adivináis cómo la he hecho?

Durante el recuento de países me he puesto a pensar en los sitios que más me han marcado por diferentes razones, por la gente, la comida, los monumentos, paisajes, forma de vida, etc. Y he decidido escribir sobre algunos de mis sitios favoritos en el mundo...¡no ha sido nada fácil elegir! (Y no están en orden de preferencia).

Hampi, India
Mi querida India hay que conocerla, al menos para poder decir que has estado en otro planeta...je,je. Yo siempre la describo como una experiencia que "satura los 5 sentidos", pero una vez que superas esto descubres una ancestral y diferente forma de vida que te apetece experimentar... entonces te quedas, es inevitable, o vuelves, también inevitable. India es Grande y también muy grande, lo importante es tener la experiencia. Hay tantos sitios que me gustan que me cuesta, así que me decanto por mi sitio favorito, Hampi, Karnataka, Sur de India...una reliquia de la época de los imperios mogoles y un lugar mágico donde los haya. (Ver entrada en este blog...04/04/07).



Desierto de Atacama, Chile
El lugar más seco del planeta es también uno de los lugares más impredecibles: después de una excursión que te descubre sitios jamás imaginados, los geishers del Tatio, los más altos del mundo, lagunas imposibles en lugares increíbles, el Valle de la Luna, momias ancestrales, llegar a uno de los restaurantes de San Pedro de Atacama para recuperar las calorías con un asado y un buen vino chileno mientras observas la multitud de estrellas que se ven en este lugar del planeta,... es sin duda uno de los placeres más pecaminosos que he cometido...¡y van dos veces!




Cráter del Ngorongoro, Tanzania

Observar un documental de animales del National Geographic en vivo y en directo, esto es algo que no esperaba vivir: llegamos al cráter, tres leonas acababan de cazar dos ñues. El primero en comer, el rey de la selva, por supuesto, después los cachorros, y por último las cazadoras. Alrededor, las risueñas y estrambóticas hienas esperaban su turno carroñero, mientras que los buitres sobrevolaban la escena. ¡Parecía que estaba viviendo dentro de un documental! Lo mejor de todo, nunca imaginé que esto de vivir la vida y la muerte de la vida salvaje fuera a provocarme una sensación tan romántica... el vídeo que os pongo es en Kruger, Sudafrica, pero creo que es un ejemplo de lo que trato de transmitiros... ¡amazing wildlife!



Estambul, Turquía
La puerta entre Oriente y Occidente, lo moderno y lo tradicional, ¡me enamoré de Estambul desde la primera vez que fui! Fueron los atardeceres, apuntalados por los cientos de minaretes y acompañados por los cantares de los muladíes. Me imaginaba a la princesa Selma en el palacio de Topkapi recorriendo las estancias del Harem o mirando el Bósforo por las ventanas...Y esa hospitalidad del té turco y las miles de cosas para comprar...

Isla de Pascua, Chile
Dicen que uno de los lugares más misteriosos del planeta..., a 3,500 millas de la costa americana, "in the fucking middle of nowhere", fue llegar allí y entender el concepto de aislamiento, imagino que el sustantivo isla viene de ahí, o viceversa. Si subes al único monte, el teravaca, entiendes que las estatuas gigantes "Moais" sabían que la tierra era redonda quizás antes que el propio Galileo: miras alrededor y nada por aquí, nada por allí, y así miles de kilómetros a la redonda. ¿Cómo llegarían hasta allí los primeros habitantes? ¿Y cómo narices transportaban las estatuas gigantes? Posiblemente seguirá siendo un misterio sin resolver...


Lisboa, Portugal
La ciudad de la luz no podía faltar: esa luz lisboeta se te mete por los ojos y te sale por los poros de la piel, haciendo que toda esa decadencia característica de los edificios sin restaurar se convierta en una belleza artística nada envidiable para la belleza natural del enclave geográfico donde se encuentra Lisboa: en el mundo hay muchos ríos más largos, grandes y caudalosos que el Tajo, pero observar su desembocadura a su paso por el puente 25 de Abril es una escena que no hay que perderse.


Myanmar
El país de las no libertades, donde no se puede abrir el hotmail, ni el yahoo, donde cualquier intento de manifestación en contra del orden imperativo impuesto es acatado ferozmente, o no, con el apoyo del hermano mayor Chino...es también un país de increíble riqueza natural y humana: perderme en la bicicleta por los templos de Bagan, cruzar el puente de madera más largo del mundo, descubrir las casas flotantes del lago Inle, y conocer  y entender el budismo fueron algunas de las muchas experiencias que hacen que este país ocupe un lugar en esta lista.

Bahía de las Águilas, Rep. Dominicana
Nunca pensé que la tierra de mi madre fuera a esar en esta lista....¡pero es que es increíble que en una Isla tan explotada exista una playa tan virgen y tan salvaje como esta! El Mar Caribe en Bahía de las águilas tiene un azul alucinante, transparente, increíble... imaginaos cómo será que las tortugas carey, en vías de extinción por cierto, aún vienen a esta playa a desovar...

Más información sobre esta playa aquí:
http://elviajero.elpais.com/articulo/viajes/Alucinantes/azules/elpviavia/20090905elpviavje_5/Tes


El Nilo, Egipto
El viaje en barco por el Nilo es un viaje en el tiempo, empezando más de 2,000 años a.c... las gigantescas columnas y las figuras hieráticas de los templos de Luxor, Karnak y Abu Simbel, el lago Nasser, el encantador puerto de Assuan con sus embarcaciones de vela. Lo mejor, a 500mts. de la orilla del Nilo todo es verde, todo reluce, todo crece. Más allá, sólo hay desierto.

Playa de Meco, Lisboa
No puedo evitarlo, es mi playa favorita, sin más.

Los Himalayas, India y Nepal
"The Top of the World" es como mucha gente se refiere a esta parte del mundo. Aquí no sólo hay unos cuantos "ochomiles", montañas gigantescas que los montañeros se empeñan en coronar, sino una vida más allá de lo inimaginable: caminar 21 días por estas montañas ha sido sin duda una de las experiencias más místicas que he tenido nunca, sobre todo por la parte de la lucha personal entre mente y cuerpo, cuerpo y mente. Al final todo se reduce a estar en armonía con la naturaleza, y ésta te ayuda a encontrar tu sitio, ¡que en este mundo es muy pequeño! Aprendí a hacer muchas renuncias, a recordar signos en el camino, a reconocer animales absolutamente nuevos para mi, a reconocer a un maoísta o una "stupa", y sobre todo a darme cuenta de que frente a la Madre Naturaleza somos muuuuuuuuuuuuy pequeños y muuuuuuy vulnerables.


Para terminar, me gustaría también mencionar algunos lugares que también ocupan un lugar especial en mi bitácora personal: ciudad de Buenos Aires, aquí me sentí como en casa, como en Madrid, por la gente y su humor, por el ambiente y la marcha, por las calles, por la comida, muy a gusto; el camino del Inca en Perú (Machu Picchu), una forma muy linda de revivir la extinguida cultura Inca; Thailandia, por su comida, variada, sana, especiada y muy picante; Brasil, por su gente, aún no he conocido otro lugar en el planeta donde la gente esté de tan buen rollo SIEMPRE; Bali, el verdadero lujo de lo asiático, con gusto, con mimo, con calma.

Hay muchos otros sitios que me dejo en el tintero, pero como quiero estar por este mundo aún algún tiempo más viajando, espero poder escribir sobre otros descubrimientos en breve.

Mientras tanto, buen viaje.

1 comentario:

Antonio Sotomayor dijo...

¡Uau! ¡Qué pasada de grandes éxitos! (¡Maldita sea! ¿Dónde he puesto mi maleta?) Nada, nada, es oficial: debido al gran valor de las experiencias acumuladas, declaro desde este momento a tu cerebro como Patrimonio de la Humanidad, y a tu álbum de fotos como Reserva de la Biosfera (¿o debería ser al revés? Bueno, es igual, en cualquier caso ya no puedes urbanizar en ninguno.) Enhorabuena por el nombramiento y que conserves los méritos que te han llevado a él.