martes, 30 de septiembre de 2008

Mi Sabático

El 5 de Junio de 2006 comenzé mi sabático, una etapa de parón en mi vida personal y profesional que a base de ganas y "lessez faire" se ha estirado hasta el 31 de Octubre de 2009, es decir dos años y casi 5 meses, o sea más bien "sabáticos".

Me planteo ahora, en la recta final de esta etapa, qué es lo que realmente ha supuesto este año para mi. Lo primero que he hecho ha sido mirar la definición de sabático en la RAE, para ver cómo de cerca ha estado mi experiencia a la académica:

- Se aplica al año que se dedica al descanso o a una actividad diferente de la habitual.
- Se dice del séptimo año, en que los hebreos dejaban descansar sus tierras, viñas y olivares.
- (Año) El de licencia con sueldo que algunas instituciones docentes e investigadoras conceden a su personal cada cierto tiempo.



Creo que la RAE necesita actualizar esta última acepción, ya que no he conocido aún ninguna entidad que concenda años sabáticos pagados. En cuanto a las otras dos, decir que desde luego este periodo he conseguido descansar y que las actividades realizadas no eran del todo habituales anteriormente, aunque tampoco inexistentes (por ejemplo viajar). Y aunque no tengo tierras, ni viñedos ni nada en propiedad para dejar en barbecho, la realidad es que mi mente, principal activo de mi anterior vida, ha tomado un merecido y necesario descanso... y no después de 7 años sino de 12.

¡Cómo resumir dos años y medio tan diferentes, intensos y maravillosos! Los que me habéis seguido sabéis que durante mis sabáticos he estado a caballo entre Oriente y Occidente de forma permanente. A Oriente me traían mis ganas de viajar, de conocer y de explorar el camino social que me planteé como alternativa laboral hace unos años. También mi deseo de adentrarme mejor en esa espiritualidad, que ha dotado de tanta sabiduría a estas civilizaciones y que ha sido la base de lo que considero una etapa de increíble crecimiento personal (que espero se me note algo, que me ha costado lo suyo). A Occidente me traían de vuelta las ganas de familia, amigos, pareja, en fin, de vosotros. Este ir y venir ha agudizado mi sensación vital de no pertenencia, o mejor dicho, de mi pertenencia al mundo, y no sólo a uno de sus rincones.

Lo que he aprendido:
  • Parar la máquina de pensar un tiempo es lo más saludable que hay, y ya sabéis que para mi esto es casi misión imposible, y por mucho yoga y meditaciones que estoy practicando, me sigue costando.., pero al menos he vislumbrado momentos de quietud mental que me animan a seguir.
  • El Universo siempre se las apaña para que ocurran las cosas que son mejores para uno, aunque no nos gusten en el momento. ¿Será que el destino realmente está escrito? Os animo a que confiéis en que si las cosas ocurren así, es porque será mejor para vosotros, aunque sólo las entendamos con el tiempo al mirar atrás y ver los "connecting dots", como dice Steve Jobs. (http://in.youtube.com/watch?v=ykUyVFkizfQ).
  • "The grass always looks greener on the other side". Muchos me habéis dicho lo mucho que envidiáis lo que estoy haciendo, y aunque por supuesto lo entiendo, también reconozco que desde este lado también hay muchas cosas de vuestras vidas que a mi me dan envidia.
  • No necesitamos ni la décima parte de lo que tenemos para vivir, y lo mejor, la verdadera felicidad no nos la proporcionan las cosas materiales.
  • Una sonrisa de una persona agradecida vale más que todas las pesetas del mundo y cuesta tan poco conseguirlo.
Lo más memorable:
  • Cantar "Don't worry, be Happy" con Vicente Ferrer.
  • La comida Thai y la Tom Yam Soup...mmmmmmmmm que rica.
  • Descubrir el planeta India por dentro (como diría Alvaro Enterría en su libro del mismo nombre y que os recomiendo si os interesa entender la India de verdad)... ¡¡¡yo estoy enganchada!!!
  • Conseguir hacer el "frog pose" de yoga.
  • El amanecer en Kanyakumari, la puntita de la India.
  • Conocer a Sara, una chica sordo ciega que trabaja en la Fundación, que se ha recorrido India viajando, que trabaja para ayudar a los niños sordos, y que demuestra con su fortaleza y alegría que se puede vivir feliz y sentirse realizado aún teniendo semejante minusvalía.
  • Hay tantos momentos y personas que enumerar...
Lo más difícil:
  • Parar el motor de la cabeza para poder sentir más el cuerpo y el ser.
  • Vivir sin una rutina permanentemente, o descubrir que hacerte tu propia rutina es casi tan difícil como vivir sin ella.
  • Acostumbrarse a vivir con una incertidumbre permanente y en casi todos los aspectos importantes de la vida: "no house, no job, no boyfriend, no problem", como dirían mis queridos indios.
  • Aceptar una nueva ruptura emocional.
  • Superar el shock emocional que supone volver a Occidente cada vez: esto es esto y aquello es aquello, y de momento no veo la forma de conjugar ambas cosas, pero lo sigo intentando.
Lo más gratificante:
  • Viajar, viajar y viajar. Como me dijo Mamen, "Willy Fog y yo primos hermanos"... pues eso, que no me canso ni me cansaré nunca de viajar, de conocer culturas nuevas, de aprender a comunicarme en otros idiomas (incluída la lengua de signos) y de abrir mi mente a nuevas formas de pensar y de ver la vida.
  • Confirmar que la vía de la ayuda humanitaria, trabajo social o como lo queráis llamar es el camino que quiero tomar ahora, me lleve adonde me lleve.
  • Haber realizado mi sueño personal de la infancia de viajar por el mundo.
  • Conocerme mejor a mi misma y gustarme cada vez más.
Lo que aún no he aprendido:
  • A parar la cabeza (aunque he mejorado mucho).
  • A dejar de soñar con príncipes azules y relaciones idílicas.
  • A saber donde coño quiero vivir en este mundo.
  • A creer que un mundo en paz y sin pobres es posible.... etc, etc, etc...
A partir del 1 de Noviembre me incorporo a trabajar a "Nantik Lum", una ONG pequeñita que está especializada en temas de microfinanzas y que tiene proyectos en Haiti, República Dominicana (vuelta a las raíces mi amol) y Méjico. Así que después de este parón tan maravilloso encima he encontrado el trabajo que buscaba... ¿Qué más se puede pedir?

Quizás los cuentos de hadas sí que existan al fin y al cabo... Animaos todos los que podáis y queráis a probar a ver adónde os lleva vuestro propio sueño. Feliz sabático.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Námásteeee !!

Aaalways Look oooon the Briiiiight Side of Life.,..... tutu..... tutu tutu tutu ......

Es lo que tiene haber elegido la pastilla roja.

Ahora sólo queda hacer que el sabático sea parte de la forma de vida.